ECONOMIA ARGENTINA: EL REY ESTA DESNUDO
Se pueden discutir una o varias de las medidas propuestas por Milei en el debatido DNU como en la Ley Ómnibus enviada al Congreso. De hecho nosotros hemos puesto reparos a más de una, sobre todo las que colisionan de modo directo con la soberanía política, la independencia económica o la justicia social en la Argentina. Lo que sí está claro es que, a diferencia de otros gobiernos, Milei ha puesto a los argentinos ante la realidad de cómo está la economía y no ha prometido como solución un futuro inmediato de opulencia sino de “sangre, sudor y lágrimas”. Es reprochable que en toda la campaña haya dicho que lo principal del ajuste lo pagaría la “casta política”, cuando en realidad el sector más perjudicado será la clase media. Pero respecto del diagnóstico, el ciudadano responsable no debe enojarse con el mensajero sino con el mensaje. Y no seguir creyendo en los que nos trajeron hasta el desastre actual son los que pueden solucionarlo, con sus recetas ya probadas y fracasadas, sean liberales pragmáticos, radicales, peronistas o nacionalistas de corte estatista. Menos aún la izquierda K o la clásica (trotskysta, neostalinista o castro-guevarista). Para los nacionalistas católicos que conservan el sentido común, los invito a leer o releer lo que el Padre Meinvielle advirtiera sobre los orígenes de este grave problema, bien diagnosticado en su libro “Política argentina:1949-1956”, sea por lo referido a los errores del orden liberal-conservador (1874-1943) como por la respuesta populista (1943-1955) o por la revancha desatada a partir del 13 de noviembre de 1955. El artículo de Infobae es una buena síntesis del diagnóstico.