EL PARTIDO POLITICO “LA LIBERTAD AVANZA” (LLA) NO REPRESENTA A TODA LA NUEVA DERECHA CONSERVADORA
La expresión Nueva Derecha Conservadora comenzó a utilizarse en la Argentina con el significado actual (es decir, con la articulación de corrientes políticas representada a nivel internacional por Donald Trump, Santiago Abascal, Giorgia Meloni, Viktor Orban, entre otros) en el año 2019, luego del triunfo de la Ola Celeste respecto del proyecto abortista de Mauricio Macri. Está claro que sus promotores iniciales a nivel intelectual fueron Nicolás Márquez y Agustín Laje, aunque pronto se unieron en la misma dirección otros referentes como Pablo Muñoz Iturrieta, Horacio Giusto, Cristian Rodrigo Iturralde o quien esto escribe. En el plano politico se fueron identificando con esta corriente, en mayor o menor medida, referentes como Juan José Gómez Centurión, Victoria Villarruel, Javier Milei, Gabriel Ballerini, Néstor Sequeiros, Gerardo Palacios Hardy, Segundo Carafí, Vicente G. Massot, y a la vez se generó alguna relación con instituciones nacionales como la Fundación Civilidad, Frente Joven o CELTYV. Entre 2019 y 2023 la expresión política de la Nueva Derecha Argentina (NDA) terminó decantándose, con mucho o poco entusiasmo según los casos, en favor de la fórmula presidencial Milei- Villarruel. En 2021 yo escribi mi libro La Nueva Derecha- Reflexiones sobre la Revolución Conservadora en la Argentina (Grupo Unión), en el cual aconsejaba que, dada la tradición católica de la Argentina y la necesidad de un marco axiológico compartido que diera un fundamento serio al mínimo común denominador a esta corriente, ese fundamento fuera el de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI), normativa para los católicos y autoridad moral cualificada para los no católicos, lo cual fue aceptado por algunos “neoderechistas” y rechazado, al menos tácitamente, por otros. Como toda realidad que está viva, la NDA fue experimentando cambios, enfrentamientos, alianzas coyunturales, relación con corrientes parecidas de otros países y también cierta inserción en entidades extranjeras como el Foro Madrid y la Fundación Disenso de España, la CPAC de los EE.UU y el ISSEP de Francia. El liderazgo que en un primer momento consiguió Juan José Gómez Centurión se debilitó y por el contrario creció el de Javier Milei. Contra todos los pronósticos, la fórmula Milei- Villarruel ganó las elecciones presidenciales de 2023, no sin antes realizar una alianza con ciertos sectores del PRO. Pero como suele suceder en estos casos, al poco tiempo aparecieron divergencias por cuestiones doctrinales, tácticas o de personalidad. Mientras escribo estas líneas, esas divergencias yan han cristalizado en rupturas que parecen, si no definitivas, por lo menos bastante profundas (por caso, la de Javier Milei con Victoria Villarruel). Además han cobrado protagonismo personalidades que suscitan hacia adentro de la NDA, tanto apoyos entusiastas como reservas muy marcadas. Los casos de Karina Milei, Santiago Caputo, Daniel Parisini (el “Gordo Dan”) y Manuel Adorni son tal vez, los más emblemáticos. El escenario internacional no ha dejado tampoco de producir efectos, sobre todo los relacionados con las Guerras en Ucrania, Gaza y Siria, o la influencia en la Nueva Derecha Conservadora internacional de figuras polémicas como Steve Bannon (respecto de la denominada Nueva Derecha posliberal o del tradicionalismo esotérico-pagano al estilo Guenon- Evola) o entidades enfrentadas al tradicionalismo/conservadorismo católico como la organización judía Jabad Lubavitch (con la cual está íntima y peligrosamente ligado el actual Presidente de la Argentina). En medio de todos estos acontecimientos, Javier Milei y su hermana Karina (a) “El Jefe” decidieron fortalecer su propio sector, convirtiendo “La Libertad Avanza” (hasta 2024 una alianza coyuntural) en un partido político de alcance nacional. No es de extrañar pues que el conjunto de hechos, revelaciones y conflictos mencionados, esté produciendo cambios o profundizando diferencias dentro de la NDA. En el caso de quien esto escribe y de personas más o menos afines a mis ideas , hay ciertas cuestiones que nos resultan innegociables: la estrecha relación con el Estado de Israel y el sionismo “conservador” (cuyo peligro denunciamos siempre, al igual que lo hicimos respecto del sionismo “progresista”, cuyos vínculos bien aceitados con el radicalismo socialdemócrata y el kirchnerismo son de público conocimiento); la alianza ya no con la derecha norteamericana antiglobalista sino con los EE.UU como Estado hegemónico mundial; los proyectos en común con el tecno-optimista y transhumanista Elon Musk; la pretensión de ser “socios globales” de la OTAN; la continuidad de los juicios y las condenas de militares/civiles que vencieron al terrorismo marxista, por reales o supuestos delitos de “lesa humanidad”; los privilegios otorgados al capital concentrado internacional en el RIGI; el verticalismo acrítico como estilo de conducción política; la “dialéctica amigo-enemigo” como categoría fundamental de análisis y de acción política; la tolerancia (por decir lo mínimo) con la corrupción o con situaciones moralmente ambigüas en lo electoral, los cargos de gobierno y las nominaciones para el Poder Judicial; y ciertas inconsistencias en lo económico, algunas de las cuales rayan en el individualismo más craso y en el peligro del darwinismo social. Aplaudimos sí no pocas decisiones de este gobierno (aun cuando no siempre sean completas o suficientes) como la eliminación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad; del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible; del INADI; la oposición a la Agenda de Género del G20; la salida de la OMS y la eventual decisión de quitar la adhesión argentina al Acuerdo Climático de París; la intervención de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo; la denuncia en sede internacional acerca de la malicia del progresismo woke, de la Agenda 2030, de la izquierda cultural y del globalismo de corte socialdemócrata; el cambio en la narrativa oficial acerca del 24 de marzo (setentismo histórico) y del 12 de octubre (leyenda negra anti-española); la reivindicación moral de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, así como los homenajes a los Veteranos de Guerra de Malvinas y a las Víctimas del Terrorismo; y la quita parcial de apoyo desde el gobierno a la ideología de género, a la cultura de la muerte, al garantismo abolicionista y al estatismo educativo. Hemos sostenido muchas veces que no se pueden esperar cambios de fondo en el marco de la democracia moderna, dados sus condicionamientos teológicos, filosóficos, históricos, económicos, financieros y mediáticos, sino sólo alcanzar algunos bienes parciales y frenar ciertos males también parciales. No es mucho, pero pretender que se pueda lograr algo más es propio de ignorantes, ingenuos o cómplices. Sin embargo, eso que parece “poco”, vale la pena intentarlo, siempre que se haga con medios honestos, algo nada sencillo en un sistema que apoya o facilita la coima, el peculado, la “obediencia debida” vía disciplina partidaria o la “devolución de favores” a quienes financian campañas electorales. Pero insistimos: los bienes parciales que se puedan lograr y los males también parciales que se puedan evitar con medios moralmente honestos hay que procurar alcanzarlos. La teología moral católica clásica es muy clara al respecto. Para eso no hace falta que los sectores de la NDA contrarios al atlantismo, al globalismo neoconservador, al sionismo, al transhumanismo, a la oligarquía financiera internacional y al “crony capitalism” apoyen sin reservas al gobierno de Milei ni que, por el contrario, se sumen a una oposición destructiva. Menos aún que se afilien a la LLA. Apoyar lo positivo, criticar lo negativo, estar dispuestos a colaborar en cuestiones concretas que no impliquen solidaridad absoluta con el gobierno y mantener buenas relaciones con amigos que, en conciencia, prefieren mantenerse totalmente al margen, sea de Milei o sea de todo el sistema democrático, es lo que se puede y se debe hacer. Eso sí: siempre y cuando sigamos dando el Buen Combate, (con la doctrina tradicionalista completa quienes militamos en el Nacionalismo Católico) por Dios, la Patria y la Familia contra el Nuevo Orden Mundial.